lunes, 22 de mayo de 2017

¿Cuál es el cuento de hoy? (Corrección 1)

Introducción

Uno de los objetivos esenciales de un maestro o maestra es que los niños vean la lectura como algo divertido y que se lo pueden pasar tan bien leyendo un libro, como jugando con las construcciones o con cualquier otra cosa. La creatividad y la imaginación del niño son tan grandes, que les permite disfrutar, muchas veces, más que los adultos de la lectura. Además, leer o contarles cuentos les permite, como vimos en la actividad anterior, sacar sus propias conclusiones y comenzar a utilizar el razonamiento y les estimula la mente.
Sobre todo, nosotros los maestros y maestras, no debemos coartar la imaginación de los niños y debemos dejarles siempre que disfruten de la lectura, para que no se convierta en algo aburrido y casi siempre obligado, sino, todo lo contrario.


Ahora voy a explicar las diferentes estrategias que hemos estado viendo en clase y que posteriormente pusimos en práctica mis compañeras y yo. 
El cuentacuentos

La actividad de los relatos es un acto de creación en el que la historia o cuento, nacidos de la imaginación o recogidos del mundo circundante. Son muy adecuados los cuentos que han llegado a nosotros transmitidos precisamente por vía oral, de generación en generación, y que basta por lo corriente una sola lectura atenta para poder recordarlos sin inconvenientes. Debemos cerciorarnos de la autenticidad los cuentos y leer las versiones de los grandes recopiladores y recreadores (Perrault, Grimm, Andersen...) si seguimos las teorías de Bettelheim (Labajo, 2017).


La narración enriquece la imaginación de los niños. Bajo la magia de la palabra construyen en sus mentes la escena descrita y la ven con los ojos de la imaginación.El maestro debe estudiar un puñado de cuentos cada año y llegará así a poseer así un repertorio que no permitirá que se le sorprenda desprevenido a la hora del cuento.Las palabras escuchadas y claramente comprendidas serán más fácilmente reconocidas cuando el niño se inicie en la lectura. El desarrollo del vocabulario es fundamental en estas edades.
A la hora de narrar cuentos hay que tener en cuenta algunos aspectos esenciales, entre los más importantes he podido destacar (Labajo, 2017):
  • Los tipos de narrador: cómico, misterioso, mágico, juglar, marciano cuentacuentos…
  • Fórmulas para empezar a contarlo: Érase lo que era, el mal que se vaya y el bien que venga; Era esta vez, como mentira que es...
  • Entonación general: dependerá del tipo de narrador.
  • Ritmo.
  • Volumen.
  • Expresividad: Piensa cómo daría tu personaje expresividad a su voz (onomatopeyas, hipérboles).
  • El disfraz: Esto dependerá el tipo de cuentos que cuentes y la forma en que lo hagas; busca tu disfraz. La ropa, al igual que la voz y los gestos, darán veracidad y misterio a tu historia.
La declamación  
La declamación es el arte de la recitación expresiva y el arte mímico que le acompaña; es decir, la representación dramática de un poema, sin caer en la sobreactuación exagerada de tiempos pasados (Labajo, 2017). 

Narración con cuento

La técnica de la narración con libro es muy parecida al cuentacuentos, ya que no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. 

La narración con libro está pensada, fundamentalmente, para trabajar la decodificación gráfica, icónica. Por esto, el maestro “cuenta” las ilustraciones, es decir, narra describiendo, apoyándose en los decorados, los personajes, los detalles, los gestos, los movimientos.   
Cuando trabajamos con prelectores, no debemos privar a los oyentes de participar activamente en la narración, desempeñando los papeles de los personajes y representando sus gestos y sus sentimientos. La técnica de la narración dramatizada es ideal para conseguir estos objetivos. Puede realizarse de dos maneras: todos los niños representan a todos los personajes (ej.: “¿cómo lloraba el cerdito?” y los niños simulan el llanto) o se reparten los papeles entre varios niños.
El segundo de los casos es muy útil y divertido en aulas de 4 y 5 años. El maestro reparte los papeles y los niños que actuarán se ponen de pie junto a él. Según va avanzando la historia, los pequeños actores improvisarán movimientos y acciones e interactuarán cuando la narración lo requiera. El narrador habrá de estar muy atento para motivar, animar y guiar la representación.
Esta técnica favorece, fundamentalmente, el juego simbólico, la identificación con los personajes y la comprensión de las acciones, tanto por parte de los que actúan como por parte de los que son meros receptores de la actuación (Labajo, 2017).
Yo tuve la oportunidad de ver estas dos narraciones con libro dramatizadas en un aula de 4-5 años. Recuerdo especialmente la segunda, fue increíble, como los niños y niñas se introducían en la historia y esperaban ansiosos a que les tocara decir su frase y hacer su actuación. Fue muy divertido y los niños lo disfrutaron un montón, lo hicimos con el cuento “El lobo sentimental”, es un cuento que mezcla los diferentes cuentos donde suele aparecer el lobo feroz para comerse a los personajes “Los siete cabritillos”, “Caperucita roja”, “Los tres cerditos” y algunos más. La profesora antes de comenzar le decía a cada niño que personaje iba a interpretar y después se iba desarrollando la historia. Lo realizamos varias veces, e incluso hicimos disfraces de los personajes para que luego pudieran jugar con ellos en el rincón de disfraces.
Modalidades de la narración con libro
Para la narración con cuento, existen varias posibilidades para llevarla a cabo. La primera consiste en acercar mucho a los niños, distribuyéndolos en corro y enseñar el libro girándolo de forma que todos los niños puedan verlo. Esta posibilidad es aconsejable cuando las ilustraciones son coloridas, bien definidas y sin mucho detalle; si no, los niños no lo apreciarán bien. La segunda consiste en el uso de ampliaciones a color que permiten copiar el texto por detrás, de modo que todos los niños ven la ilustración con más detalle y el maestro puede narrar o leer el texto. La tercera, consiste en la proyección ampliada del libro, de forma que puedan verse los detalles de las ilustraciones. Puede añadirse música suave de fondo y aprovechar para crear un ambiente mágico para la narración.
En cualquiera de los tres casos, el libro original se dejará, tras la narración, a disposición de los niños en el Rincón de Lectura para que puedan mirarlo y disfrutarlo con más calma y con más detalle (Labajo, 2017)

A continuación hablaré brevemente sobre la estrategia que yo he elegido. A partir de esta información me base para preparar dicha estrategia y después desarrollarla durante la práctica con mis compañeras.
Lectura de un libro

El que lee un texto en voz alta es un intermediario entre el texto y un grupo de oyentes que, o no saben leer o no disponen del texto para leerlo personalmente.
El niño prelector se encuentra en un momento de descubrimiento, de investigación, de ansia por aprender, por conocer. Los niños quieren hacer lo mismo que los adultos. Es un momento ideal para el aprendizaje, solo hace falta que el niño se sienta libre para imitar y descubrir.

La hora del cuento es, para los niños, una hora mágica y los libros que los mayores tienen en sus manos y les enseñan, un misterio. Cuando un adulto lee un libro, es como un mago que conociera un código secreto que le permite adentrarse en un mundo desconocido lleno de personajes y de historias. Ellos mismos "leen" siguiendo con el dedo las líneas y recitando el cuento con su memoria. Así empieza el deseo lector. Es fundamental que el niño escuche y entienda los cuentos que se les leen y que comparta con otros niños esa sensación de emoción, expectación, silencio y comprensión. Aprender a escuchar, a leer signos que comunican, ayuda al niño en la posterior comprensión de la palabra escrita (Labajo, 2017).

La hora del cuento

Para esta actividad elegí el cuento “Este monstruo me suena”, porque me parece un cuento muy bonito y divertido. Además, tiene un final algo inesperado que hace que el cuento me parezca genial. Creo que la edad en la que más lo disfrutarían serían 4-5 años y la estrategia que he elegido ha sido la lectura. Para que me resultase más sencillo contárselo a mis niños y niñas y evitar el constante “a ver” y que los niños no disfruten realmente del cuento, he sacado el texto del cuento a parte para que ellos puedan ver las imágenes del libro que lo hace más entretenido y les permite tratar de imaginar quien sería ese monstruo que tanto le suena a Eugenio (el niño del cuento).

En principio, me asustaba realizar esta actividad, porque tengo una voz muy monótona y lineal y nunca se me ha dado bien contar historias o cuentos porque no se hacerlos atractivos, ni que llamen la atención. Por eso en esta ocasión tenía la oportunidad de practicar y después recibir un feedback y consejos que me ayudaría a mejorar esto. Por este motivo me ha gustado mucho realizar esta actividad. Además, me ha permitido ver como realizaban mis compañeras de los 3 grupos las otras estrategias y recoger lo que más me ha gustado o intentar aconsejarlas a ellas también para ayudarlas.

Antes de realizar la lectura con mis compañeras, previamente lo había ensayado el cuento en casa. En primer lugar, extraje el texto del cuento, ensaye algunas veces como lo quería hacer para pasar las páginas e ir leyendo las tarjetas y mostrarle los dibujos a todo el mundo, para que nadie se quede sin verlos. Después se lo conté a mi familia y a mi hermano pequeño varias veces, para que ellos me dieran su opinión y que les parecía el cuento.

Finalmente, a la hora de realizar la actividad en clase, lo hice de la siguiente manera. He comenzado presentando el libro “hoy os voy a contar Este monstruo me suena” enseñándole la portada a mis compañeras, para que pudieran verla e ir generando expectativas.


Después continué leyendo el libro tratando de poner más énfasis en las palabras que aparecen más grandes o en mayúsculas, para que el cuento no resulte muy lineal y se convierta en algo aburrido.


  

Aunque en esta estrategia, no se deben realizar intervenciones para interactuar con los niños, ni parada antes de acabar la historia, pero en este caso, le pregunté a Irune si podía parar antes de la última página (que es cuando se desvela quien es el monstruo del cuento) realizaría la siguiente pregunta: “¿alguien sabe quién puede ser el monstruo?” Creo que es una buena forma de ver si los niños han entendido la historia y ver si se imaginan que el monstruo es alguien disfrazado o simplemente es un monstruo amigo del niño o todo lo que ellos hayan podido interpretar. Tampoco me entretendría mucho en esta parte, para poder desvelarles finalmente quién es nuestro monstruo.


Al finalizar les realizaría alguna pregunta como: “¿Os ha gustado?”, ”¿cuál ha sido vuestra parte favorita?”, “¿creíais que el monstruo se iba a comer a Eugenio?”

Recomendaciones y puntos fuertes

Tuve la suerte de poder rotar en tres grupos, lo que me permitió llevar a cabo la estrategia cada vez mejor con las aportaciones de mis compañeras. Los tres me dijeron dos cosas en común, la primera sobre la entonación y la segunda, que les parecía buena idea extraer el texto del cuento, para poder enseñarle las ilustraciones más fácilmente a los niños.


Grupo 1
Grupo 2
Grupo 3
- Entonar menos, no poner “toniquete” en algunos casos.

- Desinhibirme más, que no me de vergüenza.

- Les ha parecido apropiada la historia para la edad y que haya extraído el texto

- Bien la entonación, les ha gustado que resaltara las palabras en mayúsculas y que parase antes de acabar para realizar una pregunta.

- Bien haber sacado el texto.

- Hacer más entonación en algunas ocasiones.

- Posibles preguntas: ¿creéis que Eugenio tenía miedo?

- Mejorar entonación.

- Posibles preguntas: ¿a vosotros os dan miedo los monstruos”


Conclusión

Para finalizar, esta actividad me ha resultado muy útil y al mismo tiempo difícil. Siempre me ha costado contar cuentos. Este ejercicio me ha permitido desinhibirme y ver desde otra perspectiva cómo contar un cuento.
Cuando le conté el cuento a mi familia y a mi hermano pequeño, no me costó nada y lo hice de la mejor manera para que lo disfrutaran como yo lo hacía, porque es un cuento que me gusta mucho. Sin embargo, al realizar la estrategia con el primer grupo, a pesar de que había confianza con mis compañeras, me ha costado un poco poner entonación. Pero a medida que cambiaba de grupo y con los consejos de mis compañeras me he sentido más segura e iba haciéndolo mejor.
Me gustaría poner en práctica las demás estrategias, para dominarlas cada vez más y en un futuro poder emplearlas todas de la mejor manera posible con mis alumnos, escogiendo para cuento la estrategia que más le convenga.


Referencias

Labajo, I. (2017). Apuntes literatura infantil.

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